Las palabras de su padre eran como dardos venenosos que perforaban su autoestima. Fobo se cuestionaba si realmente era lo suficientemente fuerte para ser enfermero, si estaba hecho para soportar tanta presión y responsabilidad.
Hasta que tuvo que abandonar su sueño de convertirse en médico para dedicarse a la albañilería era, sin duda, desgarradora. La actitud del padre de Fobo, un hombre de rígidas convicciones y limitado horizonte, fue clave en esta lamentable decisión. Su visión machista y su incapacidad para comprender las aspiraciones de su hijo lo llevaron a obstaculizar su sueño de convertirse en médico. Fleur, conmovida por la historia de su tío, no podía creer que su abuelo hubiera sido tan severo con su padre y con su tío. La imagen que tenía de él era la de un hombre amable y cariñoso, y no podía conciliar esa imagen con la actitud descrita por la enfermera.
En ese instante, Fleur comprendió que la actitud de su padre hacia ella, en ese tiempo era “ normal “ ya que él se había creado en una época del machismo en ese tiempo Era mal visto que las mujeres trabajaban , ya que en esa época era lo “ correcto” que la mujer se quedará en casa cuidado de los niños. Su mundo se limitaba a las cuatro paredes de su hogar, donde cocinaban, limpiaban y lavaban, sin descanso y sin reconocimiento.
Fleur, con la sensibilidad a flor de piel, imaginaba las largas horas de trabajo doméstico, la monotonía de la rutina diaria y la frustración de no poder desarrollar su potencial más allá de las paredes del hogar. Sus ojos se llenaron de lágrimas al pensar en las oportunidades perdidas, en los sueños truncados y en las aspiraciones reprimidas de estas mujeres.
Pero su mirada también se posaba en los hombres, que caminaban con paso firme hacia sus trabajos. Aunque en apariencia parecían libres, Fleur sabía que ellos también estaban atrapados en una jaula invisible.
La sociedad les había impuesto roles rígidos, definiendo lo que era “masculino” y lo que era “femenino”. Los trabajos considerados “femeninos”, como la enfermería o la docencia, eran mal vistos y poco valorados.
Fleur contemplaba la fotografía con una mezcla de nostalgia y curiosidad , vio a la enfermera con una determinación inesperada. “Quiero conocer la casa de Fobo”, declaró con firmeza
La enfermera, sorprendida por la inesperada pregunta de Fleur, la miró con curiosidad. “¿Y por qué tanto interés por conocer la vida de Fobo y su casa?”, indagó con cautela.
Fleur, sin querer revelar su verdadero origen y propósito, respondió con una sonrisa: “Es que en un futuro quiero ser la mejor doctora, y la determinación de Fobo por luchar por sus sueños me llamó mucho la atención. Me inspira su fuerza y perseverancia.”
Sin pensarlo dos veces, decidieron embarcarse en una aventura e ir a la casa de fobo nicolliti .Su vehículo, una adorable cucarachita de color verde aguacate, y su forma redondeada, con un último vistazo a la clínica que había sido su hogar temporal en este extraño viaje al pasado.