“El amor nos hace a veces cometer locuras, no imaginamos ni prevemos donde nos llevara el “amor”, enamorarnos, nos vuelve tontos y mansos, corderitos, listos para el matadero o para algún sacrificio”
Desperté, y al abrir los ojos no recordaba en qué lugar me encontraba, todo estaba oscuro, me sentía mareado, como si todo en mi mente había sido borrado. No recordaba casi nada.
Solo oía a penas algunas voces que no sabía de qué lugar provenía, ya que el sitio donde me encontraba, estaba en una total y misteriosa oscuridad, alcanzaba distinguir algunos gemidos y uno que otros lamentos como si la vida de alguien se le escapaba por momentos, eso perturbo mi mente, y sentí un espanto un miedo que hasta helar mi alma, ¿qué hacía yo en aquel sitio?
Los minutos pasaban y mi mente comenzaba a tener algo de lucidez, la “embriaguez” en la cual me encontraba era algo ilógico porque no acostumbraba a libar licor, pero me sentía como ebrio y mareado, recordé que había salido a cenar con una chica que estaba conociendo, aquella chica hermosa quien la había conocido mediante un aplicativo de citas se llamaba Sonia, ya eran 3 meses que nos conocíamos y habíamos platicado, pero, como y porque me encontraba en aquel lugar desconocido para mí.
Quise incorporarme, pero, estaba atado de manos y pies, y creo que estaba sobre una mesa, pero era muy fría y muy dura como para que sea una simple mesa, así que quizás estaba echado sobre alguna especie de construcción de concreto.
Mi mente prosiguió a recordar más detalles anterior a este momento el cual, ya me estaba preocupando mucho, Sonia me había hecho una invitación a cenar aquella noche, días anteriores yo la invité a cenar como manera de celebración por los 3 meses que nos conocíamos, era 31 de octubre y en todo lugar había festejo por el día de Halloween, yo no creía en esas cosas, ya que mi educación, fue basada en creencias cristianas, pero Sonia era tan linda y me sentía muy atraído hacia ella, que le acepte la invitación a cenar en un restaurante, donde el dueño y el chef eran amigos de la familia de Sonia, era un restaurante muy elegante, creo yo para personas de un estatus social alto, pero tampoco fueron ajenos a esta celebración de Halloween, que estuvo decorado para la ocasión, la mesa estaba decorada con un pentagrama y en medio un cráneo humano con una vela, lógico esa decoración debió ser de utilería, el ambiente desprendía una atmosfera de misterio y horror, pero era por los festejos de aquel día, platicamos de muchas cosas personales, de nuestras aspiraciones, de nuestros proyectos y de lo que esperábamos de la vida, está a veces cruel e injusta vida.
Sonia me hablo sobre alcanzar un nivel más alto en su círculo, al principio no le entendí, pero no le pregunte a qué se refería, pero me imaginaba que se refería a su estatus económico y social, ya que se notaba que ella provenía de una familia acomodada, y de un círculo social muy alto.
La noche avanzaba me fije en el extraño reloj que colgaba en aquella pared al lado de unas figuras de terror y de unas telarañas ya marcaban las 9.45 pm, Sonia me tomo de la mano se me acerco al lugar donde estaba sentado y me susurro unas palabras al oído, eso me excito mucho, la manera como lo dijo y lo que dijo, fue algo que no estaba en mi mente que ocurriría tan pronto aquella noche, pero había química entre los dos, y era una mujer muy atractiva y sensual, ella tomó una copa y la lleno de vino y me dijo:
“Brindemos por esta noche que será muy “mágica” para los dos”,
Alce la copa de vino hice el brindis con ella y tome un sorbo, luego otro y otro, hasta que el fondo de aquella copa quedo vacía y pude ver traslucir el rostro de Sonia con una esbozada sonrisa, pasaron los minutos, pero para mí, era como si se detuviera el tiempo y comencé a sentirme mareado, pude ver por última vez la hora en aquel reloj eran las 10:00 pm. Solo logré escuchar el sonido de una voz gruesa decir:
“Ya es el momento, todo está listo”, y perdí el sentido, hasta despertar en este lugar oscuro, atado de manos y pies, quise gritar, pero una mordaza en mi boca me lo impedía.
El sudor recorría por mi rostro, el ambiente se sentía claustrofóbico, y un olor a muerte se podía respirar, el terror se apoderó de todo mi ser, ¿qué es lo que ocurría en ese lugar?, los gemidos y lamentos cada vez eran más frecuentes, y hasta creo haber escuchado llantos de algunos bebes, que luego fueron silenciados, se percibía el miedo en este sitio, los gemidos se convirtieron en gritos ensordecedores, mis sentidos ya habían despertado de mi aturdimiento, algo en aquella copa de vino, tenía que ver en algo con lo que me está ocurriendo y el porqué estaba en aquel lugar, luego, en medio de la oscuridad, distinguí aquella voz gruesa masculina segundos antes de perder el sentido en aquel restaurante, hablaba sobre un pacto y que la ceremonia ya estaba preparada, en eso se escuchó abrir una puerta y unas luces como si estuvieran suspendidas en el aire fueron iluminando el lugar donde me encontraba, hacían sus ingresos unos personajes con túnicas negras y cráneos en sus manos sobre los cuales ardía unas velas negras, todos estos personajes tenían estas cosas en sus manos, llenando de luz aquel espacio, y fue entonces que supe de lo que se trataba, era una secta satánica, y quizás yo sería el sacrificio o un pacto, las personas entraron en un unísono recital de unas palabras, que quizás fueron latín o algún otro tipo de idioma que no entendía.
Estas personas siguiendo su recital, formaron un círculo alrededor mío, dejando los cráneos con las velas sobre el piso cada uno al frente de ellos, vi sobre mi cabeza en la pared ese mismo pentagrama que adornaba la mesa de aquel restaurante, no había duda esto era un rito satánico y quizás Sonia tenía mucho que ver en esto, y no fue muy pronto, que pude despejar mis dudas, cuando vi ingresar un personaje con túnica roja, y se me acerco muy cerca al oído y me dijo esto:
“Esta noche será mágica para los dos”. — era Sonia, pude reconocer su voz.
Se me acerco muy de cerca y pude ver que sus ojos brillaban de una forma que se podía ver la lujuria y el terror en su máxima expresión, como si algo dentro de ella se mantenía prisionero, queriendo salir y solo los iris de sus ojos, era una ventana que le impedía salir. Mientras todos los demás repetían estas frases que se quedaron grabados en mi mente y alma.
“Te conjuro, Satán, enemigo de la salvación humana, te conjuro, Satán, príncipe de este mundo”.
En ese momento los que estaban en el círculo comenzaron a emitir gemidos como de animales, graznidos, chillidos, aullidos en una mezcla llena de frenesí, sentí como sombras se paseaban por en medio de aquel lugar, mi corazón comenzó a agitarse y el miedo ya había tomado posesión de mi cuerpo, gritaba desesperadamente, pero la mordaza no permitía dejar salir mis gritos, todos los demás estaban en una manera de trance, contorneándose de manera grotesca, comenzaban a arrastrarse por los suelos, como serpientes, emitiendo los chillidos y aullidos ya mencionados, comenzaron a despojarse de aquellas túnicas y todos comenzaron a entrelazarse entre ellos, sus cuerpos desnudos formaban una madeja de piel humana, sudor, saliva y secreciones corporales se mezclaban en una orgía hecha ritual.
Sonia comenzó a hacer lo mismo, se desnudó, me quito la mordaza de la boca, al fin podía gritar. Pero los gritos y gemidos emitidos por lo demás, silenciaron mis gritos.
Sonia, que ya estaba poseída por un poder infernal, se abalanzó sobre mí, pasaba su lengua como cuál serpiente sobre mi rostro, lamió mis labios y en un acto que no pude predecír, de una mordida cerceno mi labio inferior y luego hizo lo mismo con el superior, mis dientes y encías quedaron expuestas, la sangre brotaba descontroladamente y ella, se deleitaba de manera salvaje en una locura indescriptible, bebiendo mi sangre, y entrando en una excitación sobrenatural; mis lágrimas más que de dolor, eran de miedo, yo sería el sacrificio que sellaría el “pacto” aquella noche; muchas veces amigos cristianos de mi familia hablaban que en el día de Halloween, ocurrían estas cosas, misas negras, sacrificios ofrecidos a satanás, yo decía esa son cosas que se inventan para dar miedo y hacer que estos “aleluyas” tengan más adeptos; ironías de la vida, sería yo en carne propia que corroborada esas acciones, que pensé, eran inventos de fanáticos religiosos.
Sonia ya no era ella, sus fuerzas eran sobrenaturales, no era la fuerza que aquel frágil y delicado cuerpo debería tener, mis lágrimas se mezclaban con mi sangre, ella poseída en su totalidad por algún ente o ser infernal, se deleitaba bebiendo cada sorbo de mi sangre, luego con otra mordida cerceno parte de mi cuello, cercenó mi lengua, y ya no pude gritar, además ya no tenía caso hacerlo, ya todo estaba consumado, era yo el sacrifico de aquella noche, ella tomó una especie de puñal ceremonial y lo introdujo en mi pecho, utilizo el filudo puñal para hacer una hendidura y luego abrir mi pecho con sus manos que parecían una especie de garras y arranco mi corazón pude ver como aún latía, salpicando la sangre que aún tenía dentro, ella se acarició con él, sus pechos, y se rozó la zona de sus partes íntimas, el calor y el latido que aún transmitía mi corazón, estimulo su órgano sexual, causándole un prolongado orgasmo y excitación, creo yo más era el éxtasis de la posesión que estaba en ella, que la misma acción sexual que realizo, todos los demás presentes se abalanzaron hacia mi cuerpo en un frenesí animal y salvaje bebiendo mi sangre y partes de mi s órganos, Sonia tomo mi corazón y comenzó a masticar parte de él, pasándolo de mano en mano a los demás integrantes de su secta, mis ojos y mis oídos aún veían y oían todo, pese a que mi corazón ya no formaba parte de mi cuerpo y paseaba de mano en mano.
Al fin mi espíritu estaba por abandonar por completo mi cuerpo, y llegué a escuchar esta última frase en coro de todos los que aún, en éxtasis, continuaban en aquel ritual hecho orgía:
“Larga vida a Satán, poderoso y corrupto, amigo nuestro y enemigo del de arriba, por la eternidad, Salve Satán”.
Hoy paso un año desde aquella noche del 31 de octubre de 2023, mi cuerpo nunca fue encontrado, mi caso nadie lo investigo, solo para mis familiares, aún sigo desaparecido. Me han invocado un grupo de chicos en una mesa espiritista, estoy dentro del cuerpo de alguien, de alguna especie de médium espiritual estoy narrando mi historia y lo que aconteció conmigo, el creerme enamorado, el sentir atracción por la mujer equivocada, hizo que mi alma ahora vague condenada en las fauces del mismísimo infierno, en un Pacto de “Amor” al dios de las tinieblas.
Mi alma nunca tendrá descanso, y esta historia se repetirá, con cada nueva víctima “inocente”, pero llevado por su libre albedrío, cada 31 de octubre de cada año, en cada ritual satánico que se hará en cada parte del mundo, en nombre del príncipe de las tinieblas, Satán es su nombre. Ave Satán por la eternidad.
Termina mi historia, porque hay muchas más almas condenadas, que esperan su turno para contar sus propias historias, hoy tenemos permiso del infierno para contarlas……
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