El Amanecer Del Coltan
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En el centro de la sala, una figura solitaria observaba los gráficos de gravedad fluctuante en el planeta bajo sus pies. El Dr. Félix Graven, su mirada sombría, comprendía el poder que tenía entre sus manos. Sabía que la humanidad había llegado demasiado lejos en el año de 1965. Su investigación sobre el coltan antigravitacional, usada por grandes potencias para crear aeronaves, ciudades flotantes y estaciones orbitales. Lo que había comenzado como un descubrimiento se había transformado en una carrera por el control. Ahora, en el corazón de una estación orbital secreta, su creación última estaba lista. El botón rojo titilaba. Un solo toque, y la gravedad del planeta cambiarían, con consecuencias inimaginables…
Poco tiempo antes, Mira Caldwell que había crecido en megaciudades de la Federación Atlántica, rodeada de torres metálicas, aeronaves impulsadas por coltan antigravitacional y la sensación constante de que el mundo estaba al borde de un colapso. Pero para Mira, todo eso era humo y espejos. Daniel Harken, estuvo en el ejército, lo hizo para cambiar al mundo. Pero pronto, se dio de golpe con la realidad. Las guerras eran todo, excepto honorables. Se encontraron de nuevo, años después, cuando Daniel desertó, huyendo de los horrores que había presenciado. "No puedo seguir luchando por algo que no creo", le confesó a Mira. Ella lo entendió.
Los Custodios del Éter, un grupo de científicos renegados, vivían al margen de la sociedad, en desacuerdo con la guerra fría entre la Federación Atlántica y la Unión Bermellón, creando ciencia y conciencia en pos de la humanidad… Pero para Mira y Daniel, eran, simplemente, sus clientes a quienes debían entregar un encargo.
Raisa Volkov una espía de la Unión Bermellón, se había infiltrado en la Federación Atlántica. Pero para Raisa, la lealtad no estaba en una bandera, sino en la supervivencia. Cuando Mira y Daniel cruzaron sus caminos, Raisa llevaba bien su fachada de colaboradora para Mira en la comisión que estaban realizando. En ese momento, ella vio una oportunidad.
"El problema con ustedes dos", les dijo mientras caminaba con ellos por los pasillos de la estación orbital, "es que aún creen en algo. En la humanidad, en la justicia. Eso los hace vulnerables".
Graven sabía que tenía la llave para destruir al planeta. Pero la verdadera pregunta era: ¿Se lo merecía la humanidad?. Mira, Daniel, y Raisa llegan juntos a la estación orbital. La tensión era palpable. Las luces parpadeaban, el metal vibraba bajo sus pies. La bomba antigravitacional estaba lista, y la cuenta atrás había comenzado. Los efectos de la activación previa de la bomba comienzan a fluctuar, Mira y Daniel con dificultad ponen resistencia a esta poderosa fuerza. Pero no es suficiente. Cuando Raisa logra alcanzar el mecanismo de la bomba, el destino del mundo parecía sellado. Pero Graven había estado observando. Y en un último acto, toma la decisión que nadie más estaba dispuesto a tomar. Activa el protocolo de autodestrucción de la estación orbital.
La estación orbital comienza a desintegrarse, mientras los campos gravitacionales fluctúan. Raisa grita, intentando aferrarse a algo, pero es arrastrada hacia el vacío. En pocos minutos la estación orbital estalla en mil pedazos, la aeronave sale sin daño y algunos miembros de los Custodios del Éter logran escapar en cápsulas. Gracias a Dios,el mundo no fue destruido aquel día. La estación orbital y la bomba antigravitacional se perdieron en el abismo del espacio, dejando a la humanidad en un estado de incertidumbre. Sin embargo, algo había cambiado. Todos comprendieron que el poder que buscaban controlar era demasiado grande.