Días tras días. Mi mente,me estaba jugando una mala pasada.Algo estaba sucediendo, y no sabia qué.Su mirada esquivaba la mía,ya casi, no hablábamos.Todo me hacia pensar,que estaba con un completo desconocido.No había discusiones, pero si habia un frío estremecedor entre los dos.Una noche,nos acostamos como era de costumbre,como dos perfectos desconocidos. Algo en mi sueño,me hizo pensar que algo no andaba bien.El sueño,me predecía que algo malo estaba pasando.Un demonio con el rostro cubierto, llevando en sus brazos un bebé con cara de desfigurada.Era casi Real,parado en la puerta de mi cuarto.Al dia siguiente,como todos los días,él salía a trabajar y volvía cómo todos los días, muy tarde,a veces ni siquiera volvía. Otra noche de pesadillas,esta vez.Lo veo ,encima mío tratando de ahorcarme.A la mañana siguiente,encuentro su celular y lo llamaban.No quería ,pero lo hice.Tomo su celular y escucho la llamada,que esperaba. Era ella,la que estaba con él. La traición esperada,que mi mente lo anticipó mediante una pesadilla.
En el Medio Oriente, Aiko, una ingeniera aérea, descubre un espejo de jade con grandes poderes celestiales. Junto a Hiroshi, enfrenta una lucha de poderes. Despertando a los dioses mecánicos para restaurar la armonía, forjando un equilibrio en el cielo metal y la tierra seda.
Y se hizo uno con su entorno.
El bisturí atravesó mis tejidos hasta desgarrarme el abdomen. Palparon mi intestino grueso. En las manos de mis torturadores parecía un gusano. Indefenso, oprimieron mi órgano con múltiples tenazas, y utilizaron los alicates para estrujar cada milímetro de intestino...
Escúchame Silvia, te he traído hasta aquí por una razón. Aunque estés atada y amordazada, debes confiar en mí, por eso somos amigas. No te preocupes corazón, estoy aquí, contigo —beso tus mofletes—. Mira mis ojos, respira; acuérdate de cómo jugábamos juntas ...
