El Reto
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La habitación estaba oscura, era húmeda, fría y llena de moho, tenía un olor nauseabundo, como azufre o a podrido. El reto era permanecer en la habitación una hora.
Todo comenzó esta mañana cuando Lombardi, el buller de la escuela, me reto a pasar una hora en la habitación maldita de la casa de york.
La casa de york pertenecía a la familia york, una de las familias más prominentes de la ciudad. La familia cayó en desgracia luego que el padre enfermará y comenzara con brotes de trastornos psicóticos. Cuando la policía llego a la casa, su esposa y sus dos hijas se encontraban tendidas en la cama, pálidas y sus cuerpos helados. A él lo encontraron en una esquina llorando y murmurando.
_ La obligaron, la obligaron.
Los doctores dijeron que fue la sífilis, otros que la casa estaba maldita. Desde ese momento la casa quedó abandonada y hoy sigue siendo el lugar de apuestas y desafíos.
La hora pasaba lenta, comencé a escuchar unos lamentos, sentía que estaba perdiendo la razón. Los lamentos se escuchaban más cerca, algo me rozo el brazo, me volví para mirar a mi espalda, entonces la vi. Una sensación de escalofrío recorrió todo mi cuerpo mientras observaba cautelosamente a la figura que emergía ante mis ojos. El contorno difuso y distorsionado comenzó a tomar forma, revelando lo que parecía ser una figura humana. La silueta estaba borrosa al principio, como si estuviera observándola a través de un cristal empañado, pero poco a poco, los detalles se hicieron más nítidos. La figura parecía inmóvil, como si estuviera atrapada en el tiempo, suspendida en un momento que solo ella conocía. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, y el pulso resonaba en mis oídos mientras luchaba por mantener la calma.
Mientras me aproximaba, el viento pareció llevar un susurro tenue a mis oídos. Palabras indistintas y fragmentadas que apenas pude captar. Mi corazón latía con más fuerza a medida que la figura se volvía más nítida, tomando la forma de una niña de mi edad, mi mente luchaba por entender lo que estaba pasando. La niña lloraba, le pregunté que le pasaba, mi padre me contestó. El recuerdo de esa historia macabra se precipitó en mi cabeza como una sombra siniestra. Mi estómago se apretó. La conexión entre la figura que había visto y la historia del padre que mató a su familia se volvió inquietantemente evidente.
_Tu padre qué? Le pregunté.
_ Mi padre llora.
_ ¿Porque? Le volví a preguntar.
_ Me obligaron. EL ME OBLIGO!!! La niña se transformó en una figura horrenda y su grito sacudió mi pelo, salí corriendo del lugar. Nadie me creyó lo que había pasado.
Cada vez que paso por la casa veo a la niña en la ventana de habitación gritando... EL ME OBLIGO!!! Las palabras resuenan en mi cabeza como un eco inquietante. ¿Era posible que el padre atormentado y la niña en la ventana compartieran un destino trágico en ese lugar? ¿O había algo más siniestro en aquella casa?