El reloj siempre daba las campanadas de manera exacta, una campanada cada media hora y seis campanadas si eran las seis, siete a las siete y lo mismo en cada hora. Esa noche dio las tres campanadas de las tres, mas tarde daría una campanada por la media hora y luego tres campanadas más. Eran las 3:33 la hora del diablo.
Los muñecos de la pieza giraron sus cabezas mirando hacia closet. Un escalofrío recorrió su cuerpo mientras aun dormía. Una sombra emergió del closet dirigiéndose a su cama, pronto comenzó a llenar toda la habitación, sintió un olor a podredumbre casi nauseabundo entonces sus ojos se abrieron. Sintió frío y miedo, miedo de esa oscuridad que lo invadía todo. De pronto, esa gata que odiaba tanto salto sobre su cama, gruño y mostró sus dientes, la sombra retrocedió volviendo al closet. Los muñecos giraron su cabeza y la miraron fijamente.
El reloj esta vez toco cuatro campanadas y la gata salió corriendo de la habitación.
En un futuro cercano, en una Tierra devastada por las guerras atómicas, la humanidad se aferra desesperadamente a la tecnología como su única salvación. En un rincón de este mundo, en un país que se enorgullece de su avanzada ciencia, se erigió la ciudad de Sincro. Este lugar, un refugio para la e...
Mientras avanzamos en la caravana, por la extensa interestatal, finalmente lo diviso. Mi cuerpo tiembla y, sin poder contenerme, saco mi cámara fotográfica para intentar capturar el momento, difícilmente sostengo el aparato, pero consigo tomar las fotos. En lo alto del cielo flota una figura imposible. Un ser tan vasto que e...
Invierno de 1866. Las nevadas azotaban la pequeña granja de los Peterson, situada en las afueras de un pueblo sueco olvidado por el tiempo. Jean Peters Peterson, un agricultor conocido por su escepticismo hacia las viejas supersticiones, decidió reforzar las paredes del granero que apenas soportaban el peso de los años. Mien...
