La Invitación
star star star star star
El plan de Darius para transformarse en gobernador de la provincia se encontraba en marcha, había dado caza a los hombres lobos sobrevivientes de la manada de plaza Italia, a los que tenía encerrados en las antiguas mazmorras, ubicadas en los subterráneos de su mansión de mediados del siglo XIX. Gracias a los anillos forjados por Elifet, "El portorriqueño", los licántropos no serían capaces de controlar su transformación al verse rodeados de vampiros, solo faltaba la invitación.
Al Gobernador Friedrich le gustaba presumir de sus riquezas, por lo que todos los años realizaba una gran fiesta con todo la aristocracia vampírica, en su mayoría vampiros pura sangre que miraban con recelo a los arribistas cómo Darius, que a pesar de su antigüedad nunca sería mirado como un igual, por no haber nacido vampiro. Darius sabía que sería invitado, no solo porque era gobernador de la comuna, sino porque además a Friedrich le gustaba enrostrarle su posición, siendo más joven que él. Friedrich era descendiente de Kadir, un antiguo e influyente vampiro con el cual Darius había tenido una desavenencia durante los años del imperio otomano, solo por eso le dieron la provincia. Sin embargo, los rumores de las luchas entre las facciones, había escalado en la jerarquía llegando a los oídos del mismo rey, el cual no tenía simpatía por brujos ni lobos y la falta de rudeza con Friedrich enfrentaba la situación lo hacía dudar de su posición.
Darius sabía de esto, sabía que el rey le tenía cierto favoritismo, por lo que una eventual tragedia, una afrenta tal que no pueda ser pasada por alto, le aseguraría la posición deseada y de paso llevar una pequeña venganza contra Kadir.
- Mi señor - entró un sirviente con un sobre en su mano.
- Ah, mi querida Camille, ha llegado la invitación que hemos esperado - dijo Darius. - Ahora solo falta preparar a nuestro invitado. Llama a Elifet - dijo dirigiéndose al criado.
Al cabo de un rato entro el Portorriqueño en la habitación.
- Mi querido Elifet, es momento de preparar a nuestro invitado. No puedo esperar a ver la cara que pondrá Friedrich con nuestra sorpresa.-
(Continuará...)