Catlien Y El Aquelarre

La historia de las brujas del aquelarre de Plaza Egaña, es más antigua que el aquelarre mismo. Sus orígenes se remontan al antiguo continente, a sus tierras más heladas.  De origen Celta, conocedoras de las plantas curativas  y los secretos de la naturaleza, fueron perseguidas por el cristianismo, durante la edad  media; fue así como buscaron refugio en el nuevo continente. Aquella cacería tendría un punto culminante, con la matanza de las brujas de Salem, donde 29 mujeres fueron arrojadas al fuego. No ocurrió lo mismo con aquellas que se asentaron en el virreinato del Perú y que luego migrarían más al Sur.

Catlien, su regente, era una mujer que representaba mediana edad, sin embargo, no se sabía con exactitud su edad,  con cabello largo y blanco, ojos azules penetrantes y una estatura propia de las mujeres de los países nórdicos, era capaz de intimidar a cualquiera que tratase de desafiarla.

Catlien  ha tenido una rivalidad por años con los vampiros y las manadas de hombres lobos de la zona. Pero no siempre fue así, se dice que en sus años de juventud tuvo un romance con Paulus. Por aquellos tiempos Paulus y Darius eran los gobernadores, sin embargo, las luchas de poder y traición terminó por separar a los hermanos y destruir el amor de Catlien. Se dice que Paulus, a pesar de las confabulaciones de su hermano en contra de Catlien, opto por exiliarse a las montañas, para evitar una guerra entre los vampiros, dejando a Catlien a merced de su hermano. Pero, ella resulto ser más fuerte de lo que Darius pensaba, tomó el control del aquelarre protegiendo a los suyos y obligando a los vampiros a retirarse. Darius quedaría como gobernador de la comuna, buscando el momento indicado para la revancha.