La Huida
star star star star star
A medida que Michael salía del mercado se iba transformando, la tristeza, la furia, el dolor, habían activado la maldición. Sus huesos comenzaron a cambiar de posición, el dolor en sus músculos se volvía insoportable. La kanata cayo de su mano, siguió caminando temiendo perder el conocimiento encontrándose frente a frente con la policía. Su única alternativa era correr, la policía comenzó a disparar, Michael trató de esquivar las balas, sin mucho éxito, varios de los disparos impactaron su cuerpo. Logro saltar por sobre las patrullas y siguió corriendo.
Isobel y Jean Busso vieron como Michael salió corriendo por avenida Italia y lo sigueron, evitando ser vistos por la policía.
Michael comenzó a entender que era su fin, la policía lo perseguía y pronto perdería sus fuerzas, las balas de plata habían hecho mella en su cuerpo. Si bien no eran fatales para los licántropos, les provocaban una reacción alérgica que les impedían transformarse y acelerar su curación. Poco a poco comenzó a volverse humano, su cabeza se llenaba de recuerdos; las enseñanzas de su padre, su manada, su bella Isobel, el amor de su vida, por quien daría todo por que estuviera con vida.
El final del camino llegaba, la policía lo había cercado, Michael seguía corriendo, pero era inevitable, la balas lo alcanzaban. Cae al suelo, se arrastra sobre el pasto del parque Balmaceda, se vuelve a parar y sigue corriendo hasta llegar a la orilla del río, su única alternativa para lograr escapar. Pero algo lo distrae una figura familiar, Isobel? Pero como era posible que estuviera viva? La policía lo alcanza y dispara con todo lo que tiene. Las balas atravesaron su cuerpo, las heridas eran mortales y con la imagen de Isobel en su cabeza, cayo a las aguas del río Mapocho.
(Continuará...)