Amor De Bronce
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Cada día,al salir de su trabajo,Sofía iba al museo solo para contemplar una escultura de bronce de un hombre con alas unidas a sus brazos.El vigilante del lugar siempre le recordaba que pronto cerrarían y debía irse,pero ella fingía no escucharlo y esperaba hasta el último minuto para marcharse.Una vez en su cama,Sofía fantaseaba con este ser tan hermoso,perfecto e imposible de existir en la vida real,cuyos ojos eran tan grandes y profundos,que al mirarlos ella sentía perderse en ellos y tenía unos labios tentadores y un cuerpo atlético,pero sin caer en la exageración.Intentaba dormir pero en su mente aparecían imágenesxde ella escondida en el baño del museo esperando desaparecieran las luces para ir a buscarlo.Entonces él al verla cobraba vida,mientras le sonreía al tiempo que bajaba de su pedestal,para besarle los labios,ella podía sentirlo.Luego entre besos y caricias unían sus cuerpos hasta alcanzar en el éxtasis,una y otra vez.A la mañana siguiente cuando las puertas del lugar se abrían,el la tomaba entre sus brazos con tanta ternura y delicadeza,para llevarla a un lugar donde estarían juntos para siempre.Luego,exhausta,se quedaba dormida con una sonrisa en su rostro.Sofía era una persona solitaria que nunca se había enamorado y sentido amada por nadie.A sus treinta años vivía con su estricta madre,quien jamás le había permitido tener novio, porque "todos los hombres son malos".Y ahora tenía miedo que ésta descubriera su obsesión por la escultura y la internara en un hospital psiquiátrico,pero mientras eso no sucediera,ella era feliz con la historia de amor que había construido.Así transcurrieron dos meses y la exposición fue retirada.Cuando Sofía llegó al lugar y no vio a su amado,rompió en llanto.El vigilante,un señor mafuro,se acercó a ella.-Donde está él?-preguntó ésta,intentando dejar de llorar.-Dónde está quien?-contestó el vigilante,fingiendo no saber a quien se refería.-La escultura del hombre con alas-dijo desesperada.-Se encuentra por lo pronto en el almacén,para ser trasladada mañana a un museo fuera del país.-Lléveme a verla por favor-suplicó ella.-Es imposible señorita.-Le pagaré tres mil pesos,es lo único que tengo.Necesito verlo por última vez.-Está bien,regrese a las diez de la noche,para que nadie sospeche,de lo contrario perderé mi trabajo.-Gracias-contestó con alegría en su voz y se marchó.Por la noche Sofía regresó a la hora acordada.Se había puesto su mejor vestido y pintado sus labios de un tono discreto,quería lucir bella para su hombre de bronce,pero no vulgar.Tocó la puerta y el vigilante abrió,al tiempo que le exigía el dinero acordado,sonriendo con malicia y le pidió que lo siguiera.Llegaron al almácen que se encontraba en el sótano y cuando entraron,el guardia encendió la luz y cerró la puerta tras de ellos.Sofía empezó a buscarle con desesperación entre las obras de arte que ahí estaban y por fin lo encontró.Entonces al mirar sus ojos sintió como si aquel hombre inanimado se alegrara de verla.Ahora estaba a su nivel,tenía la estatura de un varón promedio.La mujer lo contempló como antes,como todos los días,mientras sin darse cuenta,el vigilante la contemplaba a ella,con sucios deseos,que estaba dispuesto a cumplir en ese momento.El tipo de abalanzó hacia ésta,empezaron a forcejear y de repente chocaron contra la escultura,la cual cayó sobre ambos como si intentase salvarla.Ella despertó en el suelo desconcertada,se llevó la mano a la cabeza y ésta sangraba.El vigilante yacía a su lado,inmóvil.La mujer sin entender lo que había pasado,quiso ponerse de pie y de pronto unas manos sujetaron las suyas,las reconoció,era su ángel,quien la atrajó hacia su cuerpo con tanta ternura y delicadeza al tiempo que la besaba.Después la tomó entre sus brazos,extendió sus alas y ambos salieron volando hacia un lugar donde ahora son libres de amarse.Un lugar donde no es locura enamorarse de un hombre con alas.