El frío abordó primero: una sensación gélida que se arrastraba bajo la piel de Adán, como si sus venas transportaran hielo en lugar de sangre. Luego llegó: el vacío —un hueco inexplicable que parecía crecer en su interior con cada latido de su corazón... o al menos, con lo que ...
“¡Papá! ¡Papá! Despierta...” La voz suave, como un susurro rasgado por el miedo, me arrastra desde las profundidades de mi inconsciencia. Abro los ojos, pesados por el alcohol de la noche anterior. Mi cabeza late como si estuviera a punto de estallar. La habitación está sumida en una penumbra...